Un Tio Raro

Desde que empecé a escribir este blog, he intentado con mis artículos resolver con la mejor de las intenciones, problemas o dudas que cualquiera pueda tener basándome en mi humilde experiencia encima de una moto, o simplemente he escrito cosas que quería compartir con los que me leéis.

Hoy, sin que sirva de precedente y con vuestro permiso, me voy a tomar la licencia de contaros quién es la persona que os escribe y por qué lo hace.

Aunque no tengo especial interés en hablar sobre mi mismo porque probablemente a algunos os parezca un acto de egocentrismo y a otros no os interese lo más mínimo, dicen los expertos que esto es algo imprescindible en esta enorme, insegura y todopoderosa Red, para generar confianza. Además me parece justo hacerlo ya que a mi también me gusta saber quienes son las personas a las que leo, sobretodo si además me ofrecen un producto para comprar.

No me puedo extender mucho porque no tengo grandes virtudes de las que cacarear, ni grandes desgracias que contar para dar pena o generar morbo.

Desde que tengo uso de razón he estado escuchando que soy un tío raro y mientras escribo esto, con los 40 recién cumplidos, la cosa no ha cambiado. Hablo poco y me gusta observar, y pocas veces coincido con la mayoría por mi puñetera manía de ir siempre contra corriente pero esas pocas veces que coincido, me alegro; me gusta la gente.

Me apasionan todas las culturas y todos los paisajes del mundo y me gustan las diferencias; es nuestra riqueza. Si todos fuéramos iguales, viajar, que es lo mejor que hay en este mundo (sobretodo si es en moto), perdería su sentido.

El único empeño con el que me he obcecado toda mi vida, ha sido el de no convertirme en un borrego que va a donde van todos, sin pensar si de verdad es lo que quiero, por más problemas que me haya traído, igual que mis cruzadas personales contra la hipocresía y contra el desprecio gratuito, tan de moda hoy en día en un mundo en el que mola sentirse ofendido.

El hecho de que no tenga el menor interés en la velocidad me convierte en uno de los moteros mas raros que conozco pero respeto y animo a todas las formas de diversión, siempre que no pasen por encima de la de los demás.

Jamás he pretendido aleccionar a nadie con mis artículos porque sé que no soy quién para hacerlo. No son más que mi opinión, basada en las experiencias que he tenido. No soy más listo que nadie ni he viajado más que nadie pero lo que sé, lo sé y me gusta compartirlo porque me gusta ayudar siempre que puedo y con que haya una sola persona a la que haya podido servir de ayuda, me doy por satisfecho.

Creo en la autocrítica como la única forma posible de mejorar como persona y soy fiel a mis valores, sobretodo al de la honestidad.

TarmacTrail es mi proyecto personal que he iniciado como ese sueño que sólo uno mismo ve como posible, aunque fluya como un agujero en el bolsillo. Lo inicié como empresa, alejándome de la idea inicial para intentar llegar al mayor mercado posible y el batacazo fue enorme.

Sólo ahora que vuelvo a la idea original, a lo que yo personalmente y con mis peculiaridades puedo ofrecer como profesional y como persona, la empresa, aunque muy lentamente, empieza a funcionar, llegando al reducido pero selecto y venerado grupo que todavía sigue leyendo este artículo y al que nunca os podré agradecer tanto como me gustaría y como creo que merecéis.

Soy motero por pasión y soy fotógrafo por pasión y por profesión; soy raro como motero, soy raro como fotógrafo y soy raro como persona pero es la única forma que tengo de ser yo mismo.

Nuestras peculiaridades son el mejor motor que existe para desarrollar nuestros proyectos.