Tipos de Piel en el Calzado

Hay decenas y decenas de tipos de piel y cueros en el mercado, con infinidad de tratamientos y curticiones para mil tipos de usos, sin embargo, nos vamos a centrar en los que nos ocupan en el tipo de calzado que nos interesa.

Y una vez más, entramos en un entorno que tanto nos gusta en Lobo Tactical; el de la tecnología más avanzada conjugado con tradiciones centenarias.

En el momento de escribir este artículo, tenemos en la tienda casi cien modelos en la sección de calzado, todos ellos bien diferentes unos de otros, para varios propósitos diferentes, y podríamos escribir sobre cada uno de ellos sin que se repitan todas las características de cada uno.

Lo que tienen en común es que todos ellos están fabricados en algún tipo de piel o cuero.

Los más comunes, con características diferenciadas son:

Piel Flor o anfibia:

La piel flor o anfibia es la parte exterior del cuero que, sin lijar, se mantiene de la forma más original posible con el menor tratamiento.

Tiene un aspecto suave y brillante.

También se le conoce como Full Grain o de grano completo.

Es especialmente utilizado y recomendado para su uso en entorno urbano, donde no se vea expuesto a excesivas rozaduras, las cuales no resiste bien, para mantener su aspecto original.

Por ese motivo lo vemos en muchos de los modelos profesionales de Bestard enfocados al uso profesional uniformado de policías y agentes de seguridad.

Se le suponen mayores propiedades de impermeabilidad que al resto de cueros, y también menor transpirabilidad, sin embargo, yo tengo mis reparos a ese respecto, como explicaré en las conclusiones.

Piel Nobuk:

Es la piel flor ligeramente lijada que tiene un suave aspecto aterciopelado.

Es fácil confundirlo con el ante (o gamuza), ya que tienen un aspecto muy similar, sin embargo el ante proviene de la parte interior del cuero.

Su punto medio entre la susceptible piel flor y el «bruto» serraje, la convierte en una de las más comunes en todo tipo de calzado.

Tiene un aspecto muy adaptable a cualquier tipo de uso y resiste bien las rozaduras.

Por ese motivo es fácil de encontrar tanto en botas de montaña y zapatillas de trekking, como en calzado urbano.

El nobuk encerado es una variante muy interesante.

Lo podemos encontrar en varios de los modelos de Meindl y le aporta una estética muy interesante, además de ciertas propiedades aislantes y de resistencia a las manchas y a las rozaduras.

Piel Serraje:

El serraje es el tipo de piel más lijada, debajo de la parte más externa (piel flor).

Ofrece un aspecto más «bruto» pero muy apreciado estéticamente en muchos tipos de calzado.

Es muy común en las botas de montaña y en las militares de ejércitos de tierra por su gran resistencia a las rozaduras.

Se le supone mayor transpirabilidad que al nobuk y a la piel flor, a la vez que menor impermeabilidad.

Cuero Anilina:

El cuero de anilina y el de semi-anilina es el tipo de piel más exclusivo y «premium» de esta lista, y sólo lo ofrecemos en algunos modelos de la prestigiosa marca Meindl.

Es el cuero más original, sin ningún tipo de recubrimiento, en el que incluso podemos encontrar imperfecciones originales de la piel del animal, como picaduras o arañazos.

Sólo se puede tratar con pigmentos orgánicos para mantener su exclusividad.

Rejilla:

Evidentemente la rejilla no es ningún tipo de piel o cuero, sin embargo por su uso tan común y extendido en el calzado actual, en combinación con los tipos de piel de los que hablamos, me parece interesante añadirlo para hacer un artículo completo.

Hay también muy diversos tipos de rejilla y cada fábrica suele tener la suya propia.

Es 100% sintético.

Al igual que al serraje, se le suponen mayores prestaciones de transpirabilidad, y menores de impermeabilidad.

Conclusiones:

Tiempo atrás, antes de que se inventaran las membranas impermeables, la piel flor era más apreciada y mejor considerada que el nobuk o el serraje por sus propiedades estéticas y sobretodo impermeables.

Sin embargo, la diferencia en impermeablidad, aunque la hay, es, en mi opinión, insignificante.

Pongamos por ejemplo y de forma esquemática, comparando unas botas de piel flor y otras de serraje, ambas sin membrana impermeable, bajo una lluvia constante y copiosa, que si las de piel flor tardan diez minutos en dejar penetrar el agua, las de serraje podrían tardar siete.

La diferencia la hay pero en términos prácticos es casi insignificante.

Con la rejilla, como hablábamos antes, pasa exactamente lo mismo; la diferencia en impermeabilidad entre unas botas con rejilla o sin ella, es mínima.

También debemos contar con que la rejilla, al ser sintética, se ve más beneficiada de los continuos avances tecnológicos del sector textil, que son considerables.

Además, en la parte práctica debemos de tener en cuenta que la mayor parte de las veces, el primer lugar por donde entra el agua en el calzado es por la puntera y por los laterales a la altura de donde doblamos los dedos, en donde se une la suela al cuero; una zona especialmente sometida al estrés que provoca el movimiento del pie en el calzado al caminar, donde más tensión se produce entre ambas partes y que provoca una lenta pero inevitable degeneración del pegamento que las une. Esto es indiferente al tipo de cuero.

Es muy raro que el primer sitio por donde entra el agua sea por una zona de cuero lisa y sin costuras, ya sea piel flor, nobuk o serraje.

Hoy en día, para buscar impermeabilidad (a la vez que transpirabilidad), lo único que cuenta es una buena membrana impermeable, dejando las diferencias entre el tipo de piel en simples preferencias estéticas.

En el siguiente artículo «Membranas Impermeables en la Ropa y el Calzado«, puedes leer cómo afectan estas membranas al calzado y a la ropa, donde tenemos en cuenta que el mundo de estas membranas puede ser ciertamente engañoso.