Más allá de trabajadores de la salud pública, policías, guardias civiles y todos los profesionales de la seguridad y de la sanidad, junto con cajeras y cajeros de los supermercados, que se llevan aplausos todos los días en la situación que estamos viviendo (míos incluidos), y que tienen toda mi admiración y respeto, me gustaría hacer aquí mención de otros trabajadores que se merecen también toda admiración y respeto: los repartidores de mensajería y paquetería.
Somos muchas empresas las que no podríamos vivir sin ellos. Son nuestras arterias vitales. Si los clientes son los que nos dan de comer, las empresas de reparto son las que hacen posible que todo el proceso funcione.
Además, he visto como muchas veces son injustamente tratados. Debemos ser conscientes de que hay miles de repartidores trabajando en todo el país y centenares de empresas de reparto. Es inevitable que entre tantos, haya algún trabajador poco profesional que alguna vez nos ha tocado pero no es justo, por ese motivo, prejuzgar a todos por el mismo rasero.
Muchas veces trabajan con unas condiciones, siempre a contrarreloj, que no les permite hacer su trabajo como les gustaría.
También es justo tener en cuenta que cuando miramos, por ejemplo las reseñas de Google, en este tipo de comentarios la gente suele escribir cuando tuvo una mala experiencia, para que quede constancia, pero pocos se paran a pensar en el repartidor cuando reciben el envío sin inconveniente, por lo que podemos quedar con una falsa percepción de cómo funcionan.
Todas estas semanas (ya más de un mes mientras escribo esto) dando el callo con medidas de seguridad precarias o incluso sin ellas, o sin haber sido formados al respecto de la situación que estamos viviendo.
También se juegan la vida y la de su familia. Y no sólo ahora. Como profesionales que se pasan todo el día en la carretera siempre están en riesgo. Pero ahora más que nunca.
Durante la pandemia, las ventas online han subido muchísimo y muchas de estas empresas han tenido que tirar de personas que estaban en el paro. Otro motivo de agradecimiento.
Quiero que quede aquí constancia de que mis aplausos de las ocho también van para ellos, incluidos con todos los demás, y te animo a que tú también lo hagas.
Desde Lobo Tactical: GRACIAS