Un viernes y durante sólo unas cuantas horas. Medio mundo aún no se había enterado cuando ya había terminado.
La revuelta de Yevgeny Prigozhin, el líder del hasta hace poco misterioso ejército privado (PMC) Wagner, ha dejado una auténtica mina de información pero también de incertidumbres que nadie esperaba.
Es bien sabido que desde el principio ha habido mucha tensión entre el Kremlin y el PMC, y Prigozhin ha hecho malabares entre denostar al Ministro de Defensa Ruso, Sergei Shoigu, pero no criticar al presidente Vladimir Putin.
Durante mucho tiempo, Wagner ha sido un secreto a voces. Se hablaba mucho de él pero oficialmente no existía, aún con la actual invasión de Ucrania comenzada y llevaba años sirviendo a los intereses de Rusia desde la sombra. Esto en tiempos de paz (relativa) fue un acierto por parte de Rusia para esos intereses pero ahora, en guerra abierta, esta táctica se ha convertido en un arma de doble filo: cuando hay necesidad y las cosas se ponen feas, Wagner actúa como lo que es, una empresa privada que mira primero por sus propios intereses.
El poder que estaba adquiriendo Prigozhin tenía a mucha gente en el Kremlin apretando los dientes.
Es sabido por los servicios de inteligencia que en el gobierno de Moscú hay casi más interés en eliminar a Prigozhin que en la propia Ucrania; incluso se habla de que estos últimos han negociado con él en secreto más de una vez.
Primer Acto
La revuelta comienza con una acción desconcertante. Prigozhin publica un vídeo sobre el terreno en el que denuncia un ataque con misiles a sus tropas por parte de Shoigu. Esto no se ha podido verificar pero todo indica que los misiles efectivamente venían desde posiciones rusas.
La cuestión es: ¿el ataque fue una chapuza en la que querían matar a Prigozhin sin haber asegurado la consecución del objetivo o fue un ataque perfectamente controlado para azuzar al empresario a rebelarse y así eliminarse a si mismo del tablero?.
Lo lógico sería pensar lo segundo pero en ese caso significaría que Shoigu ha puesto la zancadilla al propio Putin, como iremos desgranando más adelante. Esto parece muy temerario por parte del Ministro.
También hay que tener en cuenta que el único amigo que tiene Shoigu en el Kremlin es el propio Putin. Son muchos en su propio bando los que lo consideran un incompetente.
Tras el ataque, Prigozhin toma la ciudad de Rostov del Don, un enclave muy importante para la logística del ejército ruso en Ucrania, y afirma que Shoigu se encontraba allí y escapó al ver llegar a Wagner. Esto tampoco se ha podido verificar de forma independiente. Lo que es seguro es que al Ministro, estuviera donde estuviera, ese día le temblaron las piernas.
Segundo Acto
Una importante y bien armada división de Wagner comienza a avanzar en modo «blitzkrieg» hacia Moscú con la intención de hacer caer al Ministro Shoigu.
En el inicio de esta parte muchos analistas hablaban de que la balanza se podía decantar hacia Prigozhin si entre las filas rusas había una desbandada de soldados y mandos poniéndose del lado de Wagner.
Aparentemente Prigozhin actuó impulsivamente y no dio tiempo a que esa situación se diera pero puede que la realidad haya sido distinta. Varias personalidades que desde el principio mediaban en las disputas entre Wagner y el Kremlin se ponen del lado de Moscú, al mismo tiempo que Kadyrov, el líder de las tropas chechenas con muchas ganas de protagonismo, se ofrece para ir a por los de Wagner.
Esto probablemente haya hecho pensar a Prigozhin que no sabe en quien puede confiar y que cualquier acercamiento de tropas o mandos rusos podría ser un caballo de Troya.
En este punto hay que mencionar también que se sabe que una parte (se desconoce cuanta) de las tropas de Wagner se niegan a marchar hacia Moscú.
Rusia envía varios helicópteros para atacar la avanzadilla de Wagner camino de Moscú pero acaban con todos ellos matando a al menos trece pilotos rusos.
Prigozhin vuelve a publicar vídeos en la redes sociales, esta vez criticando abiertamente y por primera vez la política de Moscú (sin mencionar en ningún momento a Putin) y proclamando que Rusia en sí misma es un estado corrupto. Y sobre todo, también afirma abiertamente que la invasión de Ucrania tiene como único objetivo repartir los recursos del país entre los oligarcas amigos de Putin.
Putin contesta (también con cuidado de no mencionar a Prigozhin) llamando traidores a los insurrectos, poniéndose del lado de Shoigu y acusando al PMC de actuar sólo por sus propios intereses; una acusación muy pueril teniendo en cuenta que es una empresa privada. Esto hace pensar que Putin está completamente desconcertado y tiene serias dudas de como actuar y de lo que puede pasar. El hecho de que aún en plena rebelión tampoco mencione a Prigozhin hace pensar que no descarta ningún escenario.
Moscú comienza a crear una línea defensiva alrededor de la ciudad y aquí es donde aparece una de las cuestiones más destacables y desconcertantes de toda la insurrección.
La línea defensiva que el Kremlin despliega en Moscú se limita a cuerpos policiales y a una Rosgvardia (el equivalente a una guardia nacional) formada por reclutas sin experiencia. Es decir, Moscú está completamente a merced de Wagner.
En este punto algunas voces hablaron de que esto se podía deber a que todo era un puesta en escena pero este punto está completamente descartado; esta situación perjudica a Putin desde todos los prismas.
Por un lado, sobrevuela el fantasma de una guerra civil y que se repita la situación de 1917. Por otro, pone a Putin entre la espada y la pared de ponerse del lado de su odiado Ministro, que además ha cometido una enorme imprudencia, o de plegarse veladamente a las exigencias del PMC. Ambas decisiones son malas para él.
Volviendo a las motivaciones de Shoigu que hablábamos al principio, el hecho de hacer que Wagner se encare abiertamente con el Kremlin haría que el Ministro perdiera el único apoyo que tiene en el gobierno (el propio presidente) pero al mismo tiempo, haría que no apoyar públicamente a su Ministro degradaría enormemente su reputación de jefe del gobierno.
Me inclino a pensar que Shoigu podría haber actuado a la desesperada y haber traicionado a Putin para salvar su pellejo. Ahora cualquier hipotética represalia contra él parecerá dictada por Prigozhin ante la opinión pública, lo que minaría aún más el liderazgo del presidente.
Antes de volver al tema de las defensas de Moscú, conviene mencionar que para los rusos de a pie, la guerra es algo lejano y secundario que rara vez abre informativos. La poca información que les llega está completamente controlada y sesgada bajo la premisa de que están liberando Ucrania de nazis.
Que Moscú haya quedado por unas horas en estado de sitio ha hecho que por primera vez los rusos de a pie le hayan visto asomar las orejas al lobo; esto también es malo en todos los sentidos para el régimen de Putin.
Ahora, descartando que esto haya sido una puesta en escena y haber visto que un ejército bien entrenado, bien armado y con mucha experiencia estuviera a punto de enfrentarse a unos reclutas bisoños como única línea defensiva ante el gobierno del país ha dejado a todo el mundo levantando una ceja. El gobierno estuvo por unas horas completamente a merced de un ejército privado en rebelión y podrían haber hecho lo que les diera la gana si de verdad hubieran querido. Esto deja muchas preguntas en el aire. Rusia ha quedado en ridículo a nivel global y no ha sido por culpa del enemigo, si no por la intrincada red de intereses que el propio Putin ha creado y ahora se vuelven en su contra.
Desde el principio de la invasión, los principales analistas conocedores de las capacidades militares de Rusia y de Ucrania han dicho que las posibilidades de que Ucrania gane la guerra en el campo de batalla, aún con el apoyo de Occidente, son remotas, de ahí que se le presione tanto para que busque una salida negociada. Se ha hablado mucho de que Rusia probablemente no ha puesto todavía en el campo de batalla a sus mejores tropas. Después de lo visto este fin de semana, ¿era eso un farol y Rusia ya ha puesto toda la carne en el asador?.
Ojo, esto no significa que las cosas se hayan puesto de cara para Ucrania pero sí que podría significar que la capacidad de Rusia es mucho menor de lo que se pensaba.
Lo que es seguro es que sobre Moscú ha aparecido un gigante y desconcertante signo de interrogación.
Tercer Acto
Por si todo esto fuera poco, se pide la solución a un gobierno aliado, pero aún así un gobierno extranjero, y aparece el presidente/dictador de Bielorrusia, Lukashenko para que negocie con Prigozhin como un acto desesperado con el PMC ya casi a las puertas de Moscú. Para colmo, Lukashenko se muestra como un hábil negociador y un hombre capaz de resolver una situación difícil, frente a un Putin que parece agazapado y pidiendo socorro.
Se sabe con seguridad a través del transpondedor que en esas horas el avión presidencial de Putin despegó del aeropuerto de la capital aunque no se puede verificar si el presidente iba en él. Independientemente de si iba o no, la percepción es que Putin huyó despavorido.
Esas horas en el Kremlin han sido de autentico caos y desesperación. Casi me inclino a pensar que Prigozhin ha sido el personaje más responsable de todos estos y que, viendo a Moscú a su completa merced, ha hecho un acto de pragmatismo y quizá con un ápice de patriotismo.
Si hubieran derrocado a Shoigu por la fuerza, habría sido también dejar al gobierno de Putin, su mejor cliente, arrastrándose por los suelos. Eso al líder del PMC no le interesa y probablemente tampoco le gusta. Al fin y al cabo, si hubieran conseguido su objetivo inicial, a largo plazo Prigozhin acabaría con una equis sobre su nombre.
El gobierno ruso en principio ha negado que hayan negociado con Prigozhin una salida al conflicto, pero al mismo tiempo que Putin ha declarado el perdón para todos los insurrectos, ha empezado a haber movimientos dentro del personal de Kremlin.
Shoigu sin duda caerá. Con toda probabilidad ya lo sabía y con su acción ha ganado tiempo o algo que desconocemos y probablemente tarde un poco en desaparecer para que no parezca que es una condición de la negociación, pero caerá.
Conclusiones
El elemento que nadie o casi nadie había tenido en cuenta para acabar con Rusia, es la propia Rusia, y ha quedado patente que la imponente y beligerante estrategia de Putin tiene pies de barro.
El ejército ruso sigue siendo muy poderoso pero nadie sabe ahora lo que pasará sin el apoyo del PMC Wagner. Buena parte de sus tropas pasarán a formar parte del ejército regular ruso pero no tendrán el tratamiento ni la capaz cadena de mando que tenían antes.
También se ha abierto la incógnita de si Rusia tiene realmente a sus mejores tropas aún sin entrar en combate.
La estrategia de Rusia actualmente parece ser la de atrincherarse en las zonas ya ocupadas y esperar indefinidamente a que Occidente se canse de financiar a Ucrania al ver que no hace avances, sin embargo, ahora que Ucrania parecía estar tanteando la capacidad defensiva de los rusos para ver por donde comenzar una gran ofensiva, inesperadamente parce ser que el punto débil está precisamente en el Kremlin y no en el frente.
En el campo de batalla es poco probable que Ucrania gane la guerra pero el régimen de Putin se tambalea por sus propios errores. Quizá ahí es donde está la clave de una ofensiva exitosa.
Paralelamente a todo esto, hay una última cosa que me gustaría añadir para terminar.
Si hace ya tiempo que estamos escuchando que vivimos en la era de la información, la guerra de Ucrania está dejando más claro que nunca que al mismo tiempo vivimos en la era del control de la información.
Igual que la información que reciben los rusos es poca y sesgada, la que recibimos los occidentales también lo es y es enormemente difícil formarse una idea contrastada y no sesgada de la situación real.
Si hacemos un balance de lo que solemos oír o leer en todos nuestros medios generalistas parece que Rusia sólo ataca a la población civil y que Ucrania siempre está al borde de realizar un milagro bélico y esa no es la situación real de la guerra. Es mucho más compleja.
Es un poco decepcionante ver que la única manera de crearse una idea no sesgada es la de cruzar la información que dan los principales blogueros locales con la de analistas y publicaciones independientes con acceso a imágenes satelitales y algún contacto sobre el terreno.
Pero quizá este tema dé para un artículo aparte.
