– Imprimele tus gustos pero analiza el contenido
Cuando empecemos a pensar en la música que le vamos a poner al vídeo, lógicamente pensaremos en canciones que nos gustan pero dentro de nuestros propios gustos podemos encontrar un tipo de música que le dé al vídeo la sensación que queremos imprimirle, siempre teniendo en cuenta el tipo de vídeo que hemos hecho o vamos a hacer. No sirve la misma música para un vídeo de secuencias largas que un vídeo con secuencias cortas. De hecho, es casi igual de válido hacer el vídeo y después buscar la música adecuada, que tener una canción en mente que nos parece perfecta para un vídeo y entonces adaptar el vídeo a esa canción.
Una buena opción también, es buscar música con poco protagonismo, a un volumen bajo; generalmente la música instrumental funciona bien para este caso.
Es una buena idea también dejar alguna que otra secuencia con sonido ambiente. Para esto, siempre que sea posible es muy recomendable editar el sonido de esa secuencia. Las cámaras actuales dan una calidad de vídeo buenísimo pero la del sonido necesita mejorar mucho. Básicamente se puede arreglar quitando estridencias, sobretodo cuando el sonido ambiente es el del motor, es decir, reducir los agudos y añadir un poco de graves para que no suene tanto a «frito».
– Analiza el tiempo
Si ya habéis publicado vídeos en Youtube, os habréis fijado que hagáis lo que hagáis, el número de personas que quitan el vídeo antes de acabarlo (retención de la audiencia), empieza desde los primeros segundos del vídeo. Esto es inevitable. Hay gente que llega a él por error, otra que lo pone por compromiso (amigos que no son moteros) y otra que simplemente no le gusta nada de lo que hemos hecho pero esos visitantes suman igual. Si queremos hacer una buena autocrítica de lo que hemos hecho, deberíamos fijarnos en cuanta gente continúa viéndolo en el último tercio del tiempo, que es cuando la audiencia es más estable. Es decir, si nuestro vídeo dura por ejemplo tres minutos, deberíamos fijarnos en cuanta gente sigue viéndolo a partir del minuto 2. Si el pocentaje es mayor del 50% deberíamos darnos por satisfechos.
Además, la audiencia también disminuye notablemente si nuestros vídeos van más allá de los 3 ó 4 minutos, que es el estándar de una canción; eso nos favorecerá. A pesar de esto, como probablemente ninguno vamos a vivir de nuestros vídeos moteros, no dejéis de hacerlos sobretodo para vosotros mismos.
– Analiza el ritmo
Otro de los estándares básicos es que las secuencias cortas «piden» música rápida y las secuencias largas «piden» música más lenta. Queda muy bien elegir una canción con cambios de ritmo para poder colocar las secuencias cortas y las largas. Esto en realidad, aunque es más difícil, es lo ideal. Tres minutos seguidos sólo con secuencias cortas se pueden hacer pesados. Aún así, en los vídeos online se busca siempre lo corto y rápido; una secuencia larga no debería pasar de los 5 ó 6 segundos en un vídeo motero.
– Analiza los instrumentos
El tipo de instrumentos que se tocan en la canción, aunque parezca rebuscado, afectan al dinamismo del vídeo. Los instrumentos de la canción no ayudarán si son sonidos «secos». Por poner un ejemplo, los instrumentos acústicos, ya sean de cuerda o percusión, con su vibración natural aportan dinamismo. Lo mismo pasa con las guitarras distorsionadas; la larga sonoridad también ayuda.
El chunda chunda jamás queda bien en un vídeo motero pero lo pongo como ejemplo; aunque pueda parecer que tengo algo en contra de este tipo de música, en mis preferencias también hay canciones y tipos de música que jamás pondría en un vídeo.
La sonoridad de ciertos tipos de música y de ciertos tipos de instrumentos, independientemente de su velocidad, no aportan dinamismo al vídeo. El chunda chunda por ser conocido por todo el mundo, lo pongo como ejemplo de sonidos «secos». En la música electrónica hay variedad de sobra para elegir algo adecuado para un vídeo motero.
Hagamos lo que hagamos, jamás dejaremos contenta a toda nuestra audiencia pero siguiendo unos pequeños estándares y dedicándole un poquito de tiempo, podemos hacer un pequeño éxito a nivel casero que nos dejará más contentos que unas pascuas.