Consejos de Fotografía y Galería de Fotos

La importancia de los gestos: Captar un gesto en el momento oportuno puede darle a una fotografía todo lo que no tiene. Siempre hay que estar preparado. No es la mejor foto del mundo ni la buscábamos pero es una foto divertida. Lo que nos importa es el contenido.

Los animales son capaces de darnos fotos divertidas con mucha facilidad pero ojo; hay que hacérselas poniéndonos a su altura. Si el de la foto fuese un perro o un gato, ésta podría ser una perspectiva.

Jugar con las líneas naturales y las formas geométricas es una gran solución para hacer la composición de una foto y sin restar protagonismo al punto de interés pero recordad que las normas de la fotografía están para adaptarse a nuestra creatividad, y no al revés.

Fotografía de Deportes: En los deportes lo principal es anticiparse al momento para poder captarlo. Hay técnicas para hacerlo.

Los ritos religiosos son uno de mis temas fotográficos preferidos. Los templos tienen muy estudiada la forma en la que entra la luz natural y eso nos favorece. Pide permiso educadamente, preocúpate de no estorbar y conseguirás fotos muy interesantes.

Una perspectiva diferente a la habitual también nos puede dar fotos mucho más interesantes. Búscalas y las encontrarás.

Robert Capa decía que si una foto no es suficientemente buena, es porque no estabas suficientemente cerca. Las tradiciones populares son una buena ocasión para ponerlo en práctica. Ármate con un buen angular y métete en la acción.

Las puestas de sol son un tema muy habitual y que suele dar bonitos resultados pero también es uno de los que más necesita del uso de la regla de los tercios.

Se acerca el carnaval y será un buen momento para hacer esas fotos en las que el punto de interés parece totalmente sacado fuera de contexto. El contraste entre lo divertido y lo sobrio aportará frescura a la foto.

Estamos cada vez más metidos en el siglo XXI y en plena explosión del HDR y sin embargo, todavía nos siguen hechizando las fotos en blanco y negro. El dramatismo de este formato se adapta como un guante a las capacidades artísticas de la fotografía. Cuando experimentas con él, luego te cuesta dejarlo.

Estamos rodeados de infinidad de elementos útiles para encuadrar una foto. Una ventana por ejemplo, es tan fácil como efectivo.

Hay personas que tienen un carisma especial que se refleja en las fotos. Con un simple gesto o una simple mirada llenan la imagen. En este caso, el genial Rafael Álvarez «El Brujo».

Una de las ventajas de disparar en manual con una cámara réflex, es la utilización a nuestro antojo de los diafragmas. En este caso, los abrimos un poco para centrar más la atención en el punto de interés y dejar el fondo desenfocado pero reconocible.

La simetría de la arquitectura es otro de los recursos utilizados habitualmente para encuadrar una foto. Los tercios son muy fáciles de adaptar. El tío caminando nos aporta la perspectiva y las sombras en el suelo nos ayudan a romper una excesiva monotonía.

Cualquier foto que nos incite a hacernos una pregunta sobre ella misma, por sencilla que sea, o a conjeturar acerca de lo que enseña, es una foto interesante. Además, volvemos a utilizar un elemento aparentemente fuera de contexto para jugar con el espectador.

Lo mejor que podemos hacer para fotografiar a desconocidos es, antes de ponerles la cámara delante, romper el hielo y mostrarse cercano; no parecer demasiado «profesional». A muchas personas les intimidan las cámaras; si das confianza te darán confianza. El posado es de cuatro simpáticos soldados de la armada holandesa.

A veces la simple elección entre un angular y un teleobjetivo puede marcar una diferencia importantísima. Con el teleobjetivo, los dos hombres de la parte superior de la foto están bien visibles (esto es un plano cerrado); eso no lo conseguiríamos con un angular al nivel del suelo.

La fotografía de moda y con modelos es un complicado mundo aparte, cuyos profesionales son mucho más competentes de lo que puede parecer desde fuera, como suele pasar con todos los tipos de fotografía específicos. A su favor tiene que la profesionalidad de las/los modelos te facilita una buena parte del trabajo.

Las siluetas al atardecer siempre son un elemento muy efectivo en fotografía. Además, con la utilización de la línea del horizonte es muy necesario el uso de la regla de los tercios, que utilizamos también para distribuir al pescador y su caña en la composición.

En fotografía, cualquier fenómeno meteorológico puede ser utilizado a nuestro favor. La calima, aunque no valga para mucho más, al atardecer es perfecta para hacer fotos directamente al sol.

Poco a poco se va acercando el buen tiempo e irán empezando todo tipo de fiestas y juegos populares. Cuando hay niños jugando, las posibilidades para hacer fotos son infinitas.

Estamos en Semana Santa y es otro gran acontecimiento para fotografiar pero también es una trampa para caer en la misma foto de todos los años. Probemos a buscar un enfoque diferente esta vez. Aunque parezca menos vistoso, podríamos documentar otros aspectos del rito para tener un archivo variado.

Hay fotos que apreciamos más por su valor documental que por el artístico, que es igual de válido. En la foto, el eterno y genial Percy Sledge.

Buscar encuadres y composiciones con los elementos que tienes a tu alrededor, es un juego que puede dar resultados muy interesantes. Experimentar con la fotografía, aunque no siempre salga lo que queremos, es la mejor forma de practicar técnicas y crear un estilo propio.

Mayo es el mes de las flores; otra gran amistad de la fotografía. Nos estamos desperezando del invierno, al sol le cuesta cada vez más irse y hay una explosión de colores ahí fuera. Salgamos a llenar las tarjetas (y alguna película aún queda) con todo lo que veamos. Tanta luz hace que todo parezca más bonito.

Los contraluces bien utilizados siempre dan unos resultados excelentes. El pelo (o las crines en este caso) potencia muy bien el efecto del contraluz. También es otro ejemplo de lo imprescindible del disparo en modo manual.

Lo primero que debemos buscar al hacer una foto es ir más allá de lo obvio. Si a una bonita puesta de sol le añadimos un punto de interés, le daremos nuestro toque personal y tendremos una foto mucho mejor.

¿Quien no ha hecho alguna vez una foto del arco iris?. Sus colores y su forma nos dan posibilidades infinitas y se presta para hacer composiciones de mil maneras. Probablemente sea, junto con las nubes, el elemento meteorológico más fotografiado. Por cosas como el arco iris es por lo que la humanidad necesitó inventarse la fotografía.

Las fotos se pueden inclinar siempre que se note que es intencionado (los grandes angulares se prestan especialmente a ello). Le darán a las fotos un toque artístico y personal.

Incluso cuando hacemos fotos de animales en cautividad, podemos ir un poco más allá de lo obvio. Probablemente necesitemos un buen teleobjetivo pero si tenemos paciencia, conseguiremos sacar fotos interesantes.

En un acontecimiento importante, busca un buen lugar para hacer una buena composición y coloca bien el punto de interés. Aunque estorbes a los demás asistentes sólo será un momento y valdrá la pena.

Una vez que has roto el hielo, a veces te encontrarás con personajes que te ofrecerán toda una actuación ante la cámara. Es el momento de acercarte todo lo que puedas para que la foto te haga sentir que estás participando en el momento.

Los reflejos son otro de los elementos más utilizados y efectivos en fotografía. Sus posibilidades también son infinitas. Una manera muy interesante de usarlos es que el objeto reflejado no salga en la foto y que además este sea un punto de interés. Esto nos dará composiciones muy atractivas.

Cuando enseñas tus fotos a mucha gente, como en las redes sociales, serán juzgadas por mil criterios diferentes. Unos coincidirán con el tuyo y otros no pero todos piensan que el suyo es el correcto. Aprende la técnica pero no te dejes influir por corrientes que no son la tuya por más populares que sean; la fotografía es un mundo muy elitista. Si haces que las fotos lleven tu estilo propio te sentirás más satisfecho que teniendo un montón de «me gusta».

Esta foto es un buen ejemplo de las ventajas del disparo en modo manual. Si la hubiéramos disparado en automático, dependería totalmente del azar y la enorme falta de luz haría que la foto saliera mal en casi todos los intentos. Disparar en manual es más fácil de lo que parece en un principio y las ventajas son infinitas.

A veces tenemos una foto muy sencilla pero que tiene algo que hace que nos guste especialmente aunque no sepamos muy bien por qué. Una foto nunca es peor por ser más sencilla y además, si te gusta, no la escondas; muestra tu personalidad como fotógrafo/a.

Volvemos a insistir en ir más allá de lo obvio porque probablemente sea la principal circunstancia a tener en cuenta para hacer una foto. En esta ocasión nos vamos al lado contrario de la posición habitual y conseguimos una composición interesante y divertida, que además también nos cuenta de qué va el tema.

Personalmente, creo que en fotografía se abusa en exceso de los sentimientos de soledad, tristeza y pobreza, y que se valora mucho más una foto cuanto más triste sea. Quizá aquí sea bueno recordar que el dramatismo en fotografía se refiere a los contrastes de luz, no al drama que se enseña. Por otro lado, si recordáis alguna foto con un tono alegre o humorístico, os acordaréis más del contenido y menos de su autor. ¿No es ese uno de nuestros principales objetivos a la hora de hacer una foto?.

Es muy fácil conseguir que la foto de un animal quede bien, no tenemos que poner mucho de nuestra parte. Si ya de por sí son fotogénicos, los caballos lo son especialmente.

Por fin llegó el verano. Los que vivimos en sitios con inviernos muy largos aún nos estamos acostumbrando a tanta luz. Hay infinidad de cosas nuevas por fotografiar …o de las que ya ni nos acordábamos después de tantos meses, como que los diafragmas se pueden cerrar más allá de 5,6. Es el momento de sacar el hocico de la madriguera y fotografiar estos días tan largos.

Una de las cosas que tiene a su favor la injustamente incomprendida fotografía de prensa, es la de ver situaciones que de otra manera no verías jamás. Se podría considerar que es el arte de conseguir hacer visual, algo que generalmente no lo es.

El exceso de vacío en una foto suele ser un problema la mayor parte de las veces aunque, en ciertos casos, lo puedes utilizar a tu favor siempre que se note que es adrede. En este caso, con el guitarrista rodeado de oscuridad y las sombras que se proyectan sobre él, le dan un halo de misterio muy interesante.

Jugar con los contrastes entre luces y sombras es uno de los aspectos más básicos y a la vez más importantes de la fotografía. Sin embargo, llegar a dominarlo también puede ser uno de los aspectos más difíciles en determinadas condiciones de luz.

Ya habíamos hablado antes de que las nubes son grandes aliadas de la fotografía. Sus formas son infinitas por lo que las posibilidades que nos ofrecen también. La diferencia entre tener una foto mediocre o una foto interesante estará en el punto de interés o la parte del horizonte que elijamos para acompañarlas.

Con la implantación de la fotografía en los teléfonos móviles, hemos caído en un abuso de las fotos verticales que tendemos a llenar con un exceso de cielo y de suelo vacíos. El «formato natural» de nuestra visión es horizontal por lo que las fotos en vertical no nos «llenan» de la misma forma que una horizontal. No son peores las fotos por estar en este formato pero sí necesitan de cierta justificación y de un cuidado mayor para no llenar la composición con elementos que sobran.

Este es un buen ejemplo de una foto muy sencilla, que al ser captada en el momento idóneo, gana todo el interés que no tendría y conseguimos una imagen atractiva. Debemos prever la acción para no perderla.

Hoy en vez de un consejo quiero hacer una pregunta: Cuando hice esta foto en un localmente conocido lugar donde el mar se convierte en un espectáculo sobrecogedor de galernas, y donde se han ahogado varias personas, quería conseguir un primer plano con el angular. En mente tenía tanto la foto, como una voz que me decía: «lárgate de aquí pero ya». Al final, aunque la foto me gusta, no es el resultado que esperaba; le falta un punto de interés que le aporte perspectiva. Mil veces me pregunto: ¿lo volvería a hacer?, y no soy capaz de darme una respuesta definitiva a mi mismo.

Personalmente me gustan mucho los grandes angulares, incluso aunque hagan aberraciones en los extremos; son la esencia de la fotografía. Te hacen meterte de lleno en la acción y te hacen disfrutar de la fotografía y del momento como ninguna otra lente. Aún así, hay que tener cuidado con qué se deja en esos extremos y nunca debería estar ahí el punto de interés.

Aunque no sea evidente mediante líneas horizontales o verticales, la regla de los tercios es el método más efectivo para componer bien una foto. Es sencilla de utilizar y marca una subjetiva diferencia entre una buena foto y una mediocre.

Hoy, para celebrar el consejo de fotografía número 50, quiero utilizar esta foto que forma parte de la única exposición que hice en solitario durante mis años de prensa, llamada «6 Juin 1944», sobre el Desembarco de Normandía. Una exposición más documental que artística sobre un tema que me despierta un enorme interés y que me parecía lo suficientemente diferente a las temáticas habituales.

Aunque el tema es diferente y esos niños no son sirios, puedo utilizar este recurso para simbolizar la solidaridad con los que buscan refugio en Europa. En fotografía muchas veces no importa tanto lo que es, si no lo que parece y aunque la foto tampoco es actual, lo que simboliza sí está de actualidad y hace revivir la foto.

La mezcla de un contraluz con rayos de sol proyectados entre las nubes aporta un bonito dramatismo a una foto en blanco y negro. Además podemos ver un controvertido efecto de un gran angular: aunque la línea del horizonte está recta, la línea inferior de las nubes no lo está y provoca una falsa sensación de inclinación que no gustará a los más puristas. A mi parecer no es un problema.

Es fácil pensar que un momento captado de un sólo disparo en vez de en ráfaga tiene más mérito pero lo que cuenta es el resultado, no el proceso. En situaciones rápidas que necesiten precisión para captar el momento, utiliza el disparo en ráfaga; conseguirás la foto que quieres, que es lo único que importa.

Hoy tengo otra pregunta. Muchas veces valoramos una foto por la historia que tiene detrás o porque refleja un rasgo de personalidad de la persona fotografiada. Sin embargo, quien no conozca esa historia o a esa persona, no valorará la foto en la misma medida. La foto que os muestro hoy tiene una historia detrás que me parece fascinante pero que no comentaré para que la imagen no sea prejuzgada. ¿Es justo que valoremos más una foto después de ser explicada o deberíamos atenernos exclusivamente a su valor estético?

Siglos y siglos de pintura han allanado el camino para casi todas las técnicas de fotografía, como este bodegón. Estudiando a los grandes maestros de la pintura se puede aprender muchísimo de fotografía y nos servirán de muchísima ayuda para mejorar nuestra visión artística. Echad un vistazo a la obra de Joaquín Sorolla (por ejemplo) y trasladadla mentalmente a la fotografía. Es un ejercicio que nos servirá de gran ayuda para mejorar como fotógrafos.

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